
La iluminación de una biblioteca privada y la complejidad de las zonas a iluminar en una biblioteca pública ni siquiera se parecen.
Apuntaremos que unas luces descuidadas con demasiada intensidad o con una temperatura de color incorrecta, arruinarán la impresión de las tintas y decolorarán los colores de las portadas y encuadernaciones.
En lo que se parecen la biblioteca pública y la privada es en el puesto de lectura. Para leer, incluso para personas con vista cansada es importante la uniformidad, difusión y color de la bombilla, así como la capacidad de dirigir la luz al punto de lectura para diferentes configuraciones y formas de uso.